martes, 24 de mayo de 2016

Cocer un huevo: ¿físico o químico?

El último tema que hemos estudiado en Química trataba sobre las "Reacciones Químicas" y comenzaba explicando la diferencia entre los cambios físicos y los cambios químicos. Hemos aprendido que el cambio físico es una transformación en la que NO VARÍA la naturaleza de la materia (los cambios de estado) mientras que en un cambio químico VARÍA la naturaleza de la materia (las reacciones químicas).

Una de las tareas consistía en clasificar diferentes fenómenos como cambio físico o cambio químico. Cocer un huevo era un claro ejemplo de cambio químico ya que las proteínas sufren transformaciones irreversibles pero... ¡¡¡ahora resulta que un equipo de químicos ha descubierto la posibilidad de recuperar la clara del huevo!!!

No, no... los conceptos que hemos dado en clase son correctos pero hay una pequeña trampa: los científicos han jugado con las proteínas del huevo.


Una proteína es una molécula muy grande formada por otras más simples, los aminoácidos, como las cuentas de un collar. Cada proteína aparece plegada de una forma muy especial y única. Y lo más interesante de todo es que este plegamiento es el que proporciona su funcionalidad en los procesos bioquímicos en los que participa.

Este plegamiento o estructura tridimensional es estable, pero puede desaparecer por efecto del calor: se dice entonces que la proteína está desnaturalizada. Eso es justamente lo que sucede cuando hervimos un huevo: sus proteínas pierden su forma característica y, por tanto, sus propiedades.

Que se pueda recuperar la estructura de una proteína desnaturalizada es algo que podría reducir sensiblemente los costes en los trabajos de la industria biotecnológica. Hasta ahora el procedimiento para conseguirlo duraba cuatro días, lo que significa que era costoso. Con este descubrimiento se conseguiría en unos minutos.


Este fue el experimento que realizaron: cocieron un huevo de gallina durante veinte minutos a 90 ºC. Después extrajeron una proteína que está presente en grandes cantidades en la clara, la lisozima, y la sometieron a una doble proceso: por un lado le añadieron una sustancia proveniente de la urea y luego la revolvieron a altas velocidades con un aparato que los científicos diseñaron para tal efecto. De este modo, consiguieron devolver la lisozima a su forma inicial.

La noticia dió para el debate en clase durante un buen rato pero descubrimos que lo que aprendemos se puede aplicar en muchas situaciones de la vida real...
¡¡¡¡Qué interesante!!!!


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